Inmunoterapia

La inmunoterapia es el único tratamiento específico capaz de modificar el curso natural de la enfermedad, consiguiendo que ésta mejore o desaparezca. Consiste en la administración de concentraciones progresivamente crecientes de un alérgeno específico, hasta alcanzar una dosis máxima preestablecida, que se debe mantener durante un periodo aproximado de 3 a 5 años.

La administración de la inmunoterapia puede realizarse mediante dos vías:

  • Inmunoterapia subcutánea.
    Su periodo de iniciación suele ser semanal (pauta convencional). Sin embargo, cuando es conveniente alcanzar precozmente la dosis de mantenimiento se pueden poner varias dosis en un día a intervalos semanales (pautas agrupadas) o todas las dosis en pocos días (pautas rápidas y ultrarrápidas). La fase de mantenimiento consiste en la repetición de la última dosis alcanzada en la fase de iniciación, generalmente con una frecuencia mensual. En algunos casos de alergia a pólenes, la vacuna se interrumpe cada año para volver a reintroducirla el año siguiente, transcurrido el periodo de polinización (pautas preestacionales). La administración de extractos alergénicos por vía subcutánea no está totalmente exenta de riesgos, como ocurre con otros medicamentos. Por ello debe realizarse en un centro sanitario con capacidad para tratar posibles reacciones.
  • Inmunoterapia sublingual.
    Consta de un periodo de iniciación que consiste en la aplicación de gotas sublinguales todos los días, incrementando la dosis (número de gotas) en días sucesivos. El mantenimiento suele ser diario, aunque hay preparados que permiten su aplicación a días alternos o tres días por semana.Dada la seguridad del tratamiento sublingual, en la actualidad algunos preparados permiten comenzar directamente con la dosis de mantenimiento. Estos extractos pueden ser administrados en el domicilio del paciente.

Espirometría forzada

La espirometría es una prueba que permite conocer el estado de los pulmones de una persona midiendo el aire que es capaz de inspirar y espirar. Hay dos tipos de espirometrías básicas:

  • Espirometría simple
    En primer lugar el paciente respirará lentamente para posteriormente coger y soltar todo el aire que pueda. Así mediremos el aire que entra y sale de los pulmones, y el máximo que podría entrar y salir.
  • Espirometría forzada.
    El paciente cogerá todo el aire que pueda y después lo soltará bruscamente hasta que no pueda expulsar más. Esta prueba es la más útil para el estudio de broncopatías. Nos permite medir el flujo, es decir, la cantidad de aire por segundo que puede expulsar una persona.

Pruebas alérgicas en Prick – Prick Test

Las pruebas en la piel son la principal herramienta diagnóstica junto con la historia clínica. Los tests in vivo ofrecen al médico resultados inmediatos (en quince minutos). Estas pruebas miden las reacciones fisiológicas del paciente contra los alérgenos que se consideran responsables de la alergia.

Esta prueba mide la reactividad de la IgE ligada a los mastocitos del paciente. La prueba consiste en provocar una reacción en la piel del paciente al añadir una minúscula cantidad de alérgeno al cual se sospecha que el paciente es sensible. Se deposita una pequeña cantidad de alérgeno en el antebrazo, se hace una punción en la epidermis con una lanceta específica para tal fin, y se deja penetrar el alérgeno a través de las capas superficiales de la piel. Si el paciente es alérgico, se desencadenará una reacción alérgica, con liberación de histamina de los mastocitos de la piel del paciente, que dará lugar a una pápula (inflamación) y enrojecimiento.